Embarazadas juegan a fútbol apostando en Buenos Aires
En una villa de Buenos Aires, algunas embarazadas juegan a fútbol en una cancha por la noche apostando dinero. “Olvidarme de la casa, de si tengo que limpiar. Me pone mal no poder jugar pero me tengo que cuidar porque estoy embarazada”. Así habla una de las mujeres futbolistas de la Villa Zavaleta que han encontrado en el fútbol una manera de escapar de la dura vida de una villa bonaerense, los barrios donde la miseria campa a sus anchas y donde muchas veces ni la policía se atreve a entrar. La misma jugadora confiesa que a su médico no le cuenta que juega “porque me reta”. Juegan apostando, para sacar algo de dinero que les permita llevar un poco más de dignidad a sus vidas. Juegan cinco días por semana y los días que pierden se dejan 200 pesos por cabeza (poco más de 10 euros). Los días que ganan, suman cerca de 20 euros. Pero más allá del dinero, la pasión por el fútbol y evadirse de la durísima vida que les rodea es el principal motor de sus partidos callejeros.